Según el balance de año publicado por el Ministerio de Interior, 3.085 personas solicitaron asilo en Euskadi, en 2020. Esto supone una caída del 36% en el número de solicitudes presentadas en comparación con 2019 (4.826).Del total de las solicitudes de asilo tramitadas en la Comunidad Autónoma Vasca en 2020, 1.767 se formalizaron en Bizkaia, 674 en Araba y 644 en Gipuzkoa. ZEHAR errefuxiatuekin (Comisión de Ayuda Al Refugiado en Euskadi) atendió el 41% de las solicitudes presentadas en los tres territorios. Colombia, Venezuela, Nicaragua y Honduras, fueron, por ese orden, las principales nacionalidades solicitantes. En total, el equipo jurídico asesoró a solicitantes de asilo procedentes de 45 países.
“Esta disminución de las peticiones se debe principalmente al cierre de fronteras por las crisis COVID” explica Patricia Bárcena, directora de ZEHAR errefuxiatuekin. “Muchas personas se han quedado atrapadas sin poder huir de sus países, donde sufrían persecución. Otras, sin embargo, se han quedado en terceros países en condiciones infrahumanas. Toda esta situación, ha llevado a quienes siguen huyendo de los conflictos y la miseria a buscar vías alternativas de entrada cada vez más peligrosas.”
Algunos datos
Esta es la evolución del número de las solicitudes de asilo en Euskadi en los últimos 5 años:
- 2016: 500 personas.
- 2017: 970 personas.
- 2018: 1.595 personas.
- 2019: 4.826 personas.
- 2020: 3.085 personas
Resoluciones
Por segundo año consecutivo, en 2020 solo se aprobaron de manera favorable el 5% de las solicitudes de asilo. Una cifra muy baja que sitúa al Estado español muy por debajo de otros países europeos (Francia 22%, Bélgica 35%, Alemania 44%). Bárcena explica que este hecho, junto a otra serie de motivaciones, hace que “haya personas que decidan irse a otros países europeos donde puedan contar con más garantías de protección. Euskadi es tierra de tránsito. Lo estamos viendo durante estos días con las personas que intentan llegar a Francia por Irun. Es una realidad que tenemos que empezar a vivir con normalidad, empatía y solidaridad, consolidando los recursos ya existentes y fomentando la convivencia.”