Fátima cruzó la frontera sur en mayo de 2021, cuando el gobierno decidió, como medida política en respuesta al deterioro de sus relaciones diplomáticas con el gobierno Estado español, abrir sus fronteras. Miles de personas cruzaron a Ceuta y Melilla durante las horas en las que los puestos fronterizos permanecieron abiertos. Fátima entró por la playa del Tarajal en Ceuta, escapando de una situación de violencia con su pareja. “Temía por mi vida y sobre todo sentía que no tenía otra alternativa que marcharme porque allí nadie nos protege de situaciones así”.
Bryan abandonó Colombia por las amenazas de un grupo armado: “Cuando uno llega vive un duelo por todo lo que ha dejado atrás”
Bryan tiene ahora 28 años y hace más de dos que llegó a Euskadi desde Colombia. Nació y creció en el Valle del Cauca. “Mi infancia y mi vida siempre habían sido muy normales”, asegura, pero llegó un momento en el que las cosas cambiaron. Bryan comenzó a recibir amenazas de un grupo armado debido a sus reticencias a unirse a ellos y fue ese el motivo que le llevó a marcharse de Colombia. “Sabía que allí no iba a poder ser yo. Cuando ponen el objetivo sobre ti, por más que te escondas, sabes que te van a acabar encontrando”, explica.
Larraña Etxea se convierte en la nueva casa de Tania y su hermano, quienes huyeron recientemente de Ucrania
El 24 de febrero Tania, de 18 años, estaba en el apartamento que compartía en Kiev con su prima cuando ésta la despertó en plena noche. Había escuchado una explosión. Recuerda que llevaban días oyendo hablar de la posible guerra, incluso bromeaban, porque nunca pensaron que podría suceder de verdad.
3 historias de asilo: persecución de maras en El Salvador y matrimonio forzado en Chad
María, Colombia: «Fue ahí cuando decidimos marcharnos, porque el siguiente era mi hijo y vaya usted a saber qué más»
«Me llamo María, soy colombiana. Mi historia de persecución comienza hace más de 10 años. Yo vivía con mi familia en una zona rural, un territorio que se disputaban entre la guerrilla y los paramilitares. Siempre estuve ligada a la agricultura, que es un colectivo muy perseguido por ambos grupos al margen de la ley. En una ocasión mi suegra tuvo que dar de comer a la guerrilla, porque así pasa, llegan a la casa y piden comida y usted tiene que colaborar, si no, ya sabe cuáles son las consecuencias. Pero por darles de comer, los paramilitares la acusaron de colaborar con la guerrilla… Y la dispararon. Afortunadamente, no murió, pero ahí comenzó nuestra huida.
Adolfo, Colombia. Perseguido por ser gay
Adolfo es un chico joven de 32 años que un buen día tuvo que huir de su Barranquilla natal porque amenazaron de muerte a su familia si no lo hacía. Él es gay y por este motivo vivió una discriminación constante en los diferentes trabajos en los que estuvo, hasta que decidió emprender su propio negocio. Pero las amenazas lejos de parar, se incrementaron. Ésta es su historia de refugio contada por él mismo.